domingo, 7 de julio de 2013

REPASO DE CHAPA Y PINTURA

"El segmento de plata" por Manuel Montes Cleries
m.montescleries@telefonica.net

REPASO DE CHAPA Y PINTURA
Málaga 4 de julio de 2013

He conocido a un Pasionista mejicano. Los Pasionistas forman parte de una

congregación de origen italiano que fue fundada por San Pablo de la Cruz a
mediados del siglo XVIII. Su motivación principal consiste en: "hacer presente
el lenguaje de la Cruz por medio de la palabra oral o escrita". Los Pasionistas
llegaron a Málaga hace más de cuarenta años. Se hicieron cargo de la Parroquia
de Santa María Goretti en el Tiro de Pichón, de varios pueblos de la zona de
Riogordo y Colmenar y, desde su inauguración, han estado dirigiendo el Teléfono
de la Esperanza que puso en marcha Sergio Ferrero.

En estos días visita Málaga el Padre Cacho.
Un cura de infantería que dejo

una huella profunda en Málaga. De él han hablado todos los informativos
malagueños. Entre otros, tuve el honor de entrevistarle la semana pasada para el
programa que presento en PTV: Intégrate. En el transcurso del programa Cacho,
viejo amigo mío, me habló de un seminario pasionista que él dirigió en Méjico.
Precisamente uno de sus primeros seminaristas, ya ordenado, está en Málaga como
Vicario en Goretti.

El olfato periodístico me llevó a entrevistar a Omar Trejo Valdez, que así
se llama el joven sacerdote mejicano. En seguida le pregunté por su integración
en Málaga, así como por las diferencias que había encontrado en el desempeño de
su ministerio entre Méjico y España. Lo que más le había sorprendido es lo poco
que se acercan los fieles malagueños al Sacramento de la Reconciliación. Parece
que lo consideramos un sacramento menor, una especie de "maría" del
bachillerato. El personal no se confiesa. Se acerca a la Comunión cuando,
esporádicamente, aparece por el templo para alguna ceremonia. Lo del pasar por
el "quiosquillo" queda para cuatro "carcas", que por ser sensatos necesitamos un
"repaso de chapa y pintura" de vez en cuando. Y que bien se queda uno cuando
busca al confesor, -no al Padre Topete, al que ni conocemos, ni nos conoce- y
pedimos la absolución y a ser posible la solución.

Nos hemos rodeado de un pudor extraño que nos lleva a "confesarnos

directamente con Dios", por no hacerlo ante un ser humano, mientras nos
desnudamos ante los sicólogos, lo cual es bueno, incluso saludable. Lo malo es
cuando recurrimos a los quiromantes, nigromantes, adivinadores, echadores de
cartas, etc., y para redondearlo, a veces, lo hacemos directamente ante las
pantallas de televisión.

Lleva razón el "mejicanito" Padre Omar. Un buen repaso de la conciencia; una
puesta a punto; un limar asperezas cordiales; un consejo adecuado, etc., nos
pueden hacer pasar la ITV del espíritu y darnos la fuerza del Sacramento que nos
permita subsistir hasta la próxima

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