sábado, 25 de enero de 2014

“¿Qué debo hacer, Señor?”...

Hoy Curillos celebra la conversión de S. Pablo, patrón del Movimiento de Cursillos de Cristiandad :)

De san Pablo celebramos dos fiestas: una con san Pedro el 29 de junio y esta, 25 de enero, de su conversión. Doble nacimiento: a la vida de la fe y a la vida eterna. Pablo .... Hoy celebramos la  La conversión de San Pablo 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 22, 3-16
- «Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia, pero me crié en esta ciudad; fui alumno de Gamaliel y aprendí hasta el último detalle de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto fervor como vosotros mostráis ahora. Yo perseguí a muerte este nuevo camino, metiendo en la cárcel, encadenados, a hombres y mujeres; y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y todos los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y fui allí para traerme presos a Jerusalén a los que encontrase, para que los castigaran.En aquellos días, dijo Pablo al pueblo:
Pero en el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: – “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”
Yo pregunté: – “¿Quién eres, Señor?”
Me respondió: – “Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues.”
Mis compañeros vieron el resplandor, pero no comprendieron lo que decía la voz.
Yo pregunté: – “¿Qué debo hacer, Señor?”
El Señor me respondió: “Levántate, sigue hasta Damasco, y allí te dirán lo que tienes que hacer. “
Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco.
Un cierto Ananlas, devoto de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: – “Saulo, hermano, recobra la vista.”
Inmediatamente recobré la vista y lo vi.
Él me dijo: – “El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su voz, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, no pierdas tiempo; levántate, recibe el bautismo que, por la invocación de su nombre, lavará tus pecados.”»
Palabra de Dios.


Autor: Archidiócesis de Madrid

La conversión de San Pablo
Fiesta Litúrgica, 25 de enero
 
La conversión de San Pablo
La conversión de San Pablo

Fiesta Litúrgica

Martirologio Romano: Fiesta de la Conversión de san Pablo, apóstol. Viajando hacia Damasco, cuando aún maquinaba amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, el mismo Jesús glorioso se le reveló en el camino, eligiéndole para que, lleno del Espíritu Santo, anunciase el Evangelio de la salvación a los gentiles. Sufrió muchas dificultades a causa del nombre de Cristo.


Pablo, llamado Saulo en el uso y rigor judío, afirmaba con vehemencia que el Evangelio que predicaba no lo había aprendido o recibido de los hombres.

Perteneció a la casta de los fariseos. Había nacido en Tarso, ciudad que pertenecía al mundo grecorromano; quien nacía allí tenía la categoría de ciudadano romano y lo era tanto como el centurión, el procurador, el tribuno o magistrado. Necesariamente, por ser judío no le cupo más suerte en la niñez que andar disimulando su condición entre los demás del pueblo, ocultando su creencia, tenida como superstición por los paganos romanos. Es posible que esto le fuera encendiendo por dentro y le afirmara aún más en su fe, cuando iba creciendo en edad y tenía que defenderse marchando contra corriente.

Era más bien bajo, de espaldas anchas y cojeaba algo. Fuerte y macizo como un tronco. Un rictus tenía que le hacía fanático. Conocía los manuscritos viejos escritos con signos que a los griegos y a los romanos les parecían garabatos ininteligibles, pero que encerraban toda la sabiduría y la razón de ser de un pueblo. Listo como un sabio en las escuelas griegas de Tarso, familiarizado con los poetas y filósofos que habían pasado el tiempo escribiendo en tablillas o pensando. Para los griegos solo era un hebreo, miembro de aquellas familias que vivían en un islote social, aislado entre misterios inaccesibles a los de otra raza, uno de los que tenían prohibido el acceso a las clases cultas y dirigentes; era de esos que se hacían despreciables por su puritanismo, por sus rarezas ante los alimentos, su modo de divertirse, de casarse, de entender la vida, de no asistir a los templos ¡un ambiente nada claro!

A los dieciocho años se fue a Jerusalén para aprender cosas del judío verdadero, las de la Ley patria, la razón de las costumbres; ansiaba profundizar en la historia del pueblo y en su culto. Gamaliel lo informó bien por unos cuartos. Aprendió las cosas yendo a la raíz, no como las decía la gente poco culta del pueblo sencillo y llano. Supo más y mejor del poder del Dios único; aprendió a darle honra y alabanza en el mayor de los respetos y malamente soportaba con su pueblo el presente dominio del imponente invasor. Esto le ponía furioso. Los profetas daban pistas para un resurgimiento y los salmos cantaban la victoria de Dios sobre otros pueblos y culturas muy importantes que en otro tiempo subyugaron a los judíos y ya desaparecieron a pesar de su altivez; igual pasaría con los dominadores actuales. El Libertador no podría tardar. Mientras tanto, era preciso mantener la idiosincrasia del pueblo a cualquier costa y no ser como los herodianos, para que la esperanza hiciera posible su supervivencia como nación. No se podía dejar que un ápice lo apartara de la fidelidad a las costumbres patrias. Eso le hizo celoso.

Y mira por donde, aquella herejía estaba estropeando todo lo que necesitaba el pueblo. Locos estaban adorando a un hombre y crucificado. No se podía permitir que entre los suyos se ampliara el círculo de los disidentes. Había que hacer algo. No pasaban, sino que las noticias decían que estaban por todas partes como si se diera una metástasis generalizada de un cáncer nacional. Hacía años que ya estuvo, colaborando como pudo, en la lapidación de uno de aquellos visionarios listos, serviciales, piadosos y caritativos pero que hacían mucho daño al alto estamento oficial judío; fue cuando lo apedrearon por blasfemo a las afueras de Jerusalén, y lastimosamente él sólo pudo guardar los mantos de los que lo lapidaron. Hasta le parecía recordar aún su nombre: Esteban.

Su conversión fue en un día insospechado. Nada propiciaba aquel cambio. Precisamente llevaba cartas de recomendación de los judíos de Jerusalén para los de Damasco; quería poner entre rejas a los cristianos que encontrara. Hasta allí se extendía la autoridad de los sumos sacerdotes y principales fariseos; como eran costumbres de religión, los romanos las reconocían sin hacerles ascos. Saulo guiaba una comitiva no guerrera pero sí muy activa, casi furiosa, impaciente por cumplir bien una misión que suponían agradable a Dios y purga necesaria para la estabilidad de los judíos y para proteger la pureza de las tradiciones que recibieron los padres. Aquello parecía la avanzada de un ejército en orden de batalla, con el repiqueteo de las herraduras en las pezuñas de las monturas sobre el duro suelo de roca ante Damasco donde caracoleaban los caballos. Llevaban ya varios días de caminata; se daban por bien empleados si la gestión terminaba con éxito. Iba Saulo "respirando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor". En su interior había buena dosis de saña.

"Y sucedió que, al llegar cerca de Damasco, de súbito le cercó una luz fulgurante venida del cielo, y cayendo por tierra oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dijo: ¿Quién eres, Señor? Y él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, y entra en la ciudad y se te dirá lo que has de hacer. Y los hombres que le acompañaban se habían detenido, mudos de espanto, oyendo la voz, pero sin ver a nadie. Se levantó Saulo del suelo y , abiertos los ojos, nada veía. Y llevándole de la mano lo introdujeron en Damasco, y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió" (Act. 9, 3-9).

Tres días para rumiar su derrota y hacerse cargo en su interior de lo que había pasado. Y luego, el bautismo. Un cambio de vida, cambio de obras, cambio de pensamiento, de ideales y proyectos. Su carácter apasionado tomará el rumbo ahora marcado sin trabas humanas posibles _su rendición fue sin condiciones_ y con el afán de llevar a su pueblo primero y al mundo entero luego la alegría del amor de Dios manifestado en Cristo.

El relato es del historiador Lucas, buen conocedor de su oficio. Se lo había oído veces y veces al mismo protagonista. No hay duda. Vió él mismo al resucitado; y lo dirá más veces, y muy en serio a los de Corinto. Por ello fue capaz de sufrir naufragios en el mar y persecuciones en la tierra, y azotes, y hambre y cárcel y humillaciones y críticas, y juicios y muerte de espada; por ello hizo viajes por todo el imperio, recorriéndolo de extremo a extremo. Y no creas que se lamentaba; le ilusionaba hacerlo porque sabía que en él era mandato más que ruego; el dolor y sufrimiento más bien los tuvo como credenciales y las heridas de su cuerpo las pensaba como garantía de la victoria final en fidelidad ansiada.

Entre tantas conversiones del santoral, la de Pablo es ejemplar, paradigmática. Más se palpa en ella la acción divina que el esfuerzo humano; además, enseña las insospechadas consecuencias que trae consigo una mudanza radical.

jueves, 23 de enero de 2014

Jornadas de formación para laicos

Jornadas de formación para laicos

Con el lema "La alegría de vivir el Evangelio", basado en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, la Delegación Diocesana de Apostolado Seglar organiza las Jornadas de Formación Permanente para Laicos.
P.Fernández/MªC.Aguilar - 22/01/2014 Actualizado a 23/01/2014. 359 vistas.
Se celebrarán los días 27, 28 y 29 de enero, en el colegio de las Esclavas del Divino Corazón, situado en la calle Liborio García 3, de 19 a 20,30 h.  Ángel Cordovilla Pérez, vicedecano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Comillas expondrá el día 27 de enero el tema "La Luz de la fe y la Alegría del Evangelio". Las ponencias de los días 28 y 29, bajo el título "Nueva Evangelización", correrán a cargo de Xavier Morlans i Molina, Profesor de Teología Fundamental de la Facultad de Teología de Cataluña.
 

lunes, 20 de enero de 2014

Boletín informativo del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Málaga. Enero 2014. No. 4.


Boletín informativo del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Málaga. Enero 2014. No. 4.
 
Recordando a Fernando, nuestro Consiliario

Los siguientes textos escritos para recordar a Fernando Jiménez Villarejo, quien nos dejó el pasado 1 de enero para abrazarse con el Padre Celestial, pueden leerse en su totalidad en el Blog del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Málaga. Palabras que brotan del corazón de quienes compartieron grandes y pequeños momentos con él. http://cursillosdecristiandadmalaga.blogspot.com.es/ Textos completos.

 
 
Gracias por Fernando
Cuando me dijeron que si quería decir algo sobre Fernando pensé que no tenía tiempo para prepararme nada, pero la verdad es que no hay que prepararse mucho para hablar de él.
Dicen los entendidos que cuando alguien muere los que se quedan aquí tienen que pasar el duelo  y que lo que más reconforta es hablar de esa persona, que aunque llores, aunque te sientas triste, hablar de él es lo único que te hace sentir bien, porque sientes como que aún está aquí.                       
                                                                                                                   
Cristina Trascastro, presidenta MCC Málaga.

No tengáis miedo

He recibido un mensaje angustioso de una amiga. Me decía con un temblor que acentuaba sus palabras: -¡Qué vamos a hacer ahora sin Fernando!- Mi respuesta la tomo de las palabras que él pronunciaba cuando le planteábamos una dificultad: ¡No tengáis miedo! Fernando Jiménez Villarejo era así. El payaso de Dios.
                                                                                                                               Manolo Montes, MCC Málaga.

Cuando lloran los seglares

En su último adiós en la parroquia malagueña de Ntra. Sra. de las Angustias su despedida se regó con muchas lágrimas de laicos. A los que conocía de cerca y acompañó espiritualmente como hermano. Cuando lloran los seglares en el entierro de un cura ha muerto un buen sacerdote. En expresión del papa Francisco, un pastor con olor a oveja. Las expresiones de afecto que con frecuencia salpican los entierros de los presbíteros malagueños es señal inequívoca de que esos curas fueron hombres de Dios y de Iglesia.
                                                                                Padre Rafael J. Pérez Pallarés, Prensa Diócesis

No he venido a ser servido sino a servir  

¿Qué hemos perdido la gente de Cursillos de Málaga con la muerte de Fernando? No puedo decir todo porque a Papá Dios no hay quien nos lo toque, que bien nos remachaba Fernando cómo nos quiere seamos como seamos, cómo desde la eternidad lleva mi nombre grabado en la palma de su mano, cómo nos quiere como somos aunque nos sueñe mejores, pero sí MUCHO, MUCHÍSIMO… un amigo, un consejero, un oidor, en muchos sentidos un padre.
                                                                Mª Carmen Ávila, MCC Málaga.

Semblanza del Rvdo. D. Fernando Jiménez Villarejo
Se ha ido muy deprisa, casi sin avisar, a todo nos ha sorprendido su marcha. El beso de la hermana muerte ha sido muy al estilo de Fernando, sencillo y sin molestar. Uno muere como ha vivido. No necesitaba él de mucha purificación para llegar a la casa del Padre; allí se habrá fundido en un abrazo con sus padres y hermanos, especialmente con Pepe, recién fallecido; un par de semanas se ha llevado los hermanos, querían terminar juntos su carrera en este mundo.
                      Antonio Collado, delegado para el Clero.                                                                                            
 
ACTIVIDADES
Próximo Cursillo: Se está preparando para realizarse del 27 de febrero al 2 de marzo. Si conoces a alguna persona que le pueda interesar ponte en contacto con nosotros.
 
NOTICIAS
Enlace entrevista de radio con Fernando Jiménez Villarejo. Un año antes de su partida.http://www.ondaazulmalaga.es/radio/podcast/nuevos-malaguenos/41879
 
ENLACES

domingo, 19 de enero de 2014

Vino nuevo


     Qué bonita Ultreya vivimos ayer!!

Qué alegría vivir y compartir la fe en comunidad!!


Y qué alegría beber del vino nuevo que nos da Jesús!!!

De eso habla hoy el Evangelio y me gusta este comentario:

El Evangelio es una novedad. El Reino también lo es. Una de las tareas urgente de la vida cristiana, es volver a asumir el Evangelio y el Reino como una novedad que lo alegra todo y lo hace todo nuevo. Tristemente la vida cristiana ha asumido comportamientos que, dándole valor a la norma y a las leyes, deja de lado la alegría del seguimiento de Jesús y de la experiencia del Reinado de Dios.
Estamos invitados a que la experiencia del vino nuevo actúe en nosotros de manera total. Hemos de embriagarnos del vino del Espíritu para vivir y expresar la propuesta de Jesús ante la doble moral y la hipocresía de quienes dominan y deciden el destino del mundo, alienando la conciencia de tanta gente, que con mente débil, son presa fácil de propuestas consumistas de bienes inútiles o de servicios religiosos, que quitan la paz y ofrecen falsas seguridades. El vino nuevo del que nos habla Jesús permite el surgimiento de nuevas experiencias de vida con los hermanos y nuevas relaciones con Dios. El amor con el prójimo y la confianza en el Padre de Jesús es la mejor muestra de que vivimos embriagados de la causa de Jesús.

jueves, 16 de enero de 2014

Comentario al Evangelio

Me gusta este trozo que copio a continuación del comentario al Evangelio de hoy:

Sugiero algunos trazos que erigen a estos camilleros en modelos para quienes ejercen el ministerio vocacional.
- Son personas sin nombre. No salen del anonimato, ni lo pretenden. A ellos solo les importa la rehabilitación de aquel hombre paralizado e incapaz de moverse por sí mismo. Entienden que es urgente curarle de su radical impotencia para vivir como una persona libre y autónoma. Ese objetivo es tan importante que anula de raíz cualquier atisbo de vanidad en aquellos bravos camilleros.
- Son intrépidos y resueltos. Cargan con otra persona entre molestias y fatigas para colocarla ante Jesús. No les detienen las dificultades que encuentran a su paso. Y llegan hasta el final, sin que decaiga su tesón ni les venzan los inconvenientes. Son incombustibles en su propósito de conseguir la recuperación del paralítico.
- Reconocen que ellos no pueden curar a nadie. Mucho menos perdonar pecados. Pero saben que Jesús sí que puede hacerlo. Ofrecen lo que tienen. Por ello, ponen a disposición del paralítico lo único que poseen: sus brazos y su tiempo. Cuando se hace lo posible, se alcanza lo imposible. Es una ley del amor que siempre funciona.
- No temen las críticas de la gente, ni las burlas de los letrados. Están inmunizados contra el miedo al rechazo o la desaprobación. Su empresa puede acabar en un fracaso y ser despedidos por Jesús por impertinentes y abusadores. Pero se sienten a salvo de toda presión externa. Son libres y solo liberan los que lo son. Bien que lo demuestran.
- Son creativos. La dificultad, lejos de retraerlos, les despierta la imaginación. Y encuentran soluciones. Su genial atrevimiento canaliza sus energías de inventiva en dirección a algo que es importante en sí mismo: la sanación de quien no es capaz de moverse por sí mismo.
Trabajan en equipo. Tienen que estar de acuerdo en todos los movimientos que realizan. De lo contrario complicarían aún más la integridad física del paralítico. ¡Cómo valoramos hoy, en todos los órdenes de la vida, esa capacidad de ponerse de acuerdo y persistir en la acción acordada!
Con estos seis rasgos me atrevo a dibujar el retrato robot de un buen animador vocacional: Es alguien a quien le importa la libertad verdadera del prójimo. Para ello trabaja incansablemente por llevarlo ante Jesús. Trabaja en comunión con otros. Se crece en las dificultades y sabe sortear los problemas que encuentra sin quejarse. No se lamenta de que los demás no le entiendan, no le secunden o le critiquen, porque no hay nada que les duela tanto en el alma como el ver a tantos jóvenes paralizados por no conocer a Jesús.
                                                                                                             Juan Carlos Martos cmf (http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/comentario-homilia/hoy)

domingo, 12 de enero de 2014

Gracias por Fernando

Cuando me dijeron que si quería decir algo sobre Fernando pensé que no tenía tiempo para prepararme nada, pero la verdad es que no hay que prepararse mucho para hablar de él.
Dicen los entendidos que cuando alguien muere los que se quedan aquí tienen que pasar el duelo  y que lo que más reconforta es hablar de esa persona, que aunque llores, aunque te sientas triste, hablar de él es lo único que te hace sentir bien, porque sientes como que aún está aquí.
Creo que tienen razón, ver una foto, hablar de algo que dijo con quien le conoció, todo reconforta, aunque nos ponga muy tristes .
Pero cuando hablas de Fernando, todos acabamos sonriendo, porque era un hombre alegre, tal vez esté un poco enfadado con nosotros porque no dejamos de llorar por su pérdida, “ lo siento Fernando, pero estamos muy tristes”.

Sí , era un hombre que transmitía alegría, ternura, paz.

Cuando tenías problemas, ibas, hablabas con él y te venías en paz, el transmitía ese amor de Dios, esa bondad que te lleva a la paz.

Su vida fue puro servicio, un servicio a LOS DEMÁS, pero sin que nadie notara que le pesara, al contrario, todo lo hacía con tan buena disposición, con tantas ganas, con tanto cariño que parecía que no se cansara, poco antes de operarse, ¡como siempre teníamos tantas reuniones!, le vi muy cansado y le dije Fernando tu a tu ritmo, si estás muy cansado no vengas! Y sonreía, “vale” me decía.

Se metía en todos los fregaos y por eso andaba con nosotros, con su querido MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD, le encantaba ir a un cursillo y le encantaba invitarnos a todos a ir

Decía: en un cursillo te encuentras con Jesús  ¿Cómo no voy a invitar a todos? siempre que había un cursillo nos invitaba incansablemente, ¿recordáis? a veces me decía, “invítalos tú que a mí no me hacen caso”.

Y a él le encantaba su comunidad de San Juan de Ávila, donde todos nos conocemos y nos interesamos unos por otros y nos queremos y le queríamos tanto a él.

Por eso se ofrecía a venir a celebrar en Semana Santa o cuando se le llamaba y hablaba tan entrañablemente de todos nosotros.

También decía: ¡Ojalá que cuando me haya ido alguien pudiera decir que me parezco un poco a Jesús!

Pues sí Fernando, no solo te has parecido a Jesús, sino que gracias a ti nos hemos acercado mucho más a Él, tu nos has enseñado a entusiasmarnos con Él, has sido un buenísimo instrumento para conocerle.
Toda tu vida entregada a llevar su Palabra a todos los lugares donde fuiste, con pasión, con alegría.

Por eso sabemos que debes estar allí con Dios, sentado a su lado mirándonos y sonriendo.

Solo me queda darte muchas gracias Señor, gracias personalmente porque hiciste posible que me encontrara con él y disfrutar de su amistad y su cariño y gracias en nombre de esta comunidad de San Juan de Ávila a la que él tanto quiso  y que le ha querido tanto y   que nunca le olvidará, gracias también en nombre de su M. de cursillos al que sirvió incansablemente.

Señor :GRACIAS ,GRACIAS ,GRACIAS  por Fernando

Cristina 


miércoles, 8 de enero de 2014

No tengáis miedo


Hace 2 horas 



“El segmento de plata” por Manuel Montes Cleriesm.montescleries@telefonica
.net
No tengáis miedo
Málaga 9 de enero de 2014 He recibido un mensaje angustioso de una amiga. Me decía con un temblor que acentuaba sus palabras: -¡Qué vamos a hacer ahora sin Fernando!- Mi respuesta la tomo de las palabras que él pronunciaba cuando le planteábamos una dificultad: ¡No tengáis miedo! Fernando Jiménez Villarejo era así. El payaso de Dios. Cuando las cosas estaban difíciles en un cursillo, cuando alguno de los presentes se debatía ante sus dudas, al terminar aquél día Fernando sacaba, de no se donde, unas trenzas rubias, un acento alemán y un maravilloso juego de pulgas amaestradas. Con su cara sonriente, que intentó imitar Benedicto XVI (su sosías), conseguía transmitir calma y sacar de cada uno de nosotros lo mejor que teníamos. Mientras, repetía: No tengáis miedo. El otro día asistí a la fiesta de su despedida de este mundo. Me la imaginaba así, pero me quedé corto. Poca jerarquía y mucho pueblo. Alguna autoridad y mucha gente corriente. Canciones y muchas lágrimas. De seglares y de curas. ¿Que vamos a hacer ahora?: sentirnos libres, como debemos estar los seguidores de Jesús y hacer lo que podamos. Nada más y nada menos que lo que podamos. Imitar la actitud de ese cura ante la vida. Seguir el ejemplo que nos mostró mientras estuvo entre nosotros. Hace más de treinta años Lole y Manuel sacaron una canción con letra de Alejandro Sanz. Parece que estaba escrita para recoger los sentimientos de Fernando; por eso sonó en su despedida. Una letra que recoge el pensamiento que él nos transmitió con su vida. Me permito copiar su texto como si se tratara de su testamento. Tó el mundo cuenta sus penas pidiendo la comprensión quien cuenta sus alegrías no comprende al que sufrió Señor de los espacios infinitos tu que tienes la paz entre las manosderrámala Señor te lo suplico y enséñales a amar a mis hermanos De lo que pasa en el mundo por Dios que no entiendo "na" el cardo siempre gritando y la flor siempre "callá" Que grite la flor y que se calle el cardoy todo aquel que sea mi enemigo que sea mi hermanoVayamos por esa senda a ver que luz encontramos esa luz que esta en la tierra y que los hombres apagamosSeñor de los espacios infinitos tu que tienes la paz entre las manos derrámala Señor te lo suplico y enséñales a amar a mis hermanos Y enséñales lo bello de la vida y a ser consuelo en todas las heridas y amar con blanco amor toda la tierra y buscar siempre la paz, Señor y odiar la guerra. Todo es de color. No tengáis miedo. A Fernando Jiménez Villarejo. In memoriam.

domingo, 5 de enero de 2014

Cuando lloran los seglares

Cuando lloran los seglares

Ha fallecido Fernando. A Jiménez Villarejo se le recuerda con expresión serena y sonriente. Humilde. Cuando pedía algo lo pedía con respeto. El respeto de los viejos. Ha muerto un presbítero de Málaga. Uno más.
Rafael J. Pérez Pallarés - 04/01/2014 Actualizado a 05/01/2014. 211 vistas.
En su último adiós en la parroquia malagueña de Ntra. Sra. de las Angustias su despedida se regó con muchas lágrimas de laicos. A los que conocía de cerca y acompañó espiritualmente como hermano. Cuando lloran los seglares en el entierro de un cura ha muerto un buen sacerdote. En expresión del papa Francisco, un pastor con olor a oveja. Las expresiones de afecto que con frecuencia salpican los entierros de los presbíteros malagueños es señal inequívoca de que esos curas fueron hombres de Dios y de Iglesia.
Sorprende agradablemente que lloren los laicos. Emociona ver cómo se baña con lágrimas el entierro. Cómo se arropa a la familia y a los amigos. Es lo que aquel jueves vivimos en El Palo. Cariño al presbítero malagueño. Al misionero diocesano. Como un trozo de hielo desecho en los labios, poco a poco marchan sigilosos excelentes hombres aunque haya quien no entienda por qué se va en momentos que faltan sacerdotes cabales, presbíteros de honda experiencia de fe, curas de almas.
 

viernes, 3 de enero de 2014

NO HE VENIDO A SER SERVIDO SINO A SERVIR


NO HE VENIDO A SER SERVIDO SINO A SERVIR

¿Qué hemos perdido la gente de Cursillos de Málaga con la muerte de Fernando? No puedo decir todo porque a Papá Dios no hay quien nos lo toque, que bien nos remachaba Fernando cómo nos quiere seamos como seamos, cómo desde la eternidad lleva mi nombre grabado en la palma de su mano, cómo nos quiere como somos aunque nos sueñe mejores, pero sí MUCHO, MUCHÍSIMO… un amigo, un consejero, un oidor, en muchos sentidos un padre.
              

Fernando llegó a Cursillos en 1998, recién vuelto de Caicara de Orinoco, la Misión de la Diócesis en Venezuela. Su vocación era profundamente misionera. En sus primeros años de sacerdocio estuvo en Tanzania. Quizás por eso encajó tan bien en Cursillos, por lo que nuestro método tiene de misión, de envío, de anuncio de la Buena Noticia.
              
Llegó, digo, en 1998 en un momento muy doloroso de la Escuela de Málaga. Estaba cerrada, al pasar por una profunda crisis tanto el Secretariado como la Escuela. Este cierre duró 3 meses en los que Fernando se fue entrevistando uno a uno con todos los que la formábamos para saber y discernir. Se fue a Córdoba a vivir su Cursillo de Cristiandad.
               Y la Escuela volvió a abrirse, con una Comisión, que no Secretariado, al frente de la que estaba él. Fórmulas especiales para momentos especiales.
A partir de ahí… hasta el 8 de Noviembre de este año, fecha en la que ingresó en la Residencia de la Seguridad Social para una intervención sencilla que tontamente se ha complicado hasta llevárselo.
En la Escuela ha sido alguien muy importante y necesario. Nos ha ayudado a redescubrir y enriquecer la fuerza de la oración comunitaria (¡Esas Eucaristías con él que ya no volverán!), nos ha formado en puntualidad, seriedad, en compromiso… ¡en tantas cosas!...

Su risa era contagiosa pero no le temblaba la voz cuando creía que tenía que llamar al orden a alguno.

Su risa y sus tonterías J … decía que su otra vocación era la de payaso. ¿Quién de nosotros no recuerda a la célebre pulga Pep-si de la que era el domador? ¿Dónde estará ahora Pep-si?... Tan sola como nosotros. 
Juntos hemos vivido ¡tantas cosas!... Desde sus 50 años de cura, el Encuentro de Dirigentes de Murcia que tanto disfrutó, las bodas de oro de Cursillos de Málaga… cada martes como el primero en las sesiones de escuela… ¡Y aquella peregrinación a Tierra Santa! Aquellos 7 días no fueron más que un gran encuentro con Dios, en su tierra, en los hermanos de escuela, en Fernando y en Jesús, nuestros curas…



Todos en la Escuela nos sabemos aquello que él nos decía: “No tengáis miedo” . Y ahora ¿qué?...
Hoy seguro que ha disfrutado en su Misa de corpore in sepulto. ¡Ha sido la Misa de Gloria más llorada del mundo! Nadie miraba el reloj, nadie tenía prisa. La Iglesia era claramente insuficiente, desde para los curas (más de 30, hasta alguno en la puerta de la Sacristía); pero era la Iglesia donde celebró la primera Misa, era la que está frente a su casa, era aquella en la que ha estado celebrando estos dos últimos años. Su primera Misa y la última.




      
Han hablado varios curas, sus hermanos, la gente de su grupo, gente de la Escuela,…
Le han entrado a hombros su familia, sus sobrinos y algún sobrino nieto. Le han sacado a hombros sus hermanos, los curas de Málaga entre un de Colores mezclado con una gran ovación y aplausos…

Desde La fe sabemos que está con su Señor, en quien él profundamente creía, pero humanamente estamos muy tristes, como huérfanos. ¡Hemos perdido mucho!
Mª Carmen Ávila

ESCUELA DE MÁLAGA

ACCIÓN DE GRACIAS 


Quiero darte las gracias, Señor, con todo mi corazón y con toda mi alma por la presencia de Fernando en mi vida… en nuestras vidas. 
Porque nos dio a conocer a ese Dios misericordioso que siempre nos espera con los brazos abiertos como el padre de la parábola. 
Porque nos recordaba, como el profeta, que Dios "tira nuestros pecados al fondo del mar" 
Porque nos mostró, con su testimonio de vida, la Iglesia de Jesús. 
Porque constantemente nos alentaba con las palabras de Cristo NO TENGÁIS MIEDO 
Por su amor a las misiones, que tanto carácter imprimió a su vida como sacerdote y como persona. 
Porque nos enseñó a vivir con la convicción de que, a pesar de de nosotros, a Dios "se le cae la baba con cada uno" 
Por su disponibilidad, por estar siempre atento a cada necesidad y encontrar en su día a día un hueco (aunque no lo tuviese) para atender a quién lo necesitara con atención , paciencia, comprensión y amor. 
Gracias, especiales, por su libertad. Una libertad que no le ataba a lo superfluo, a lo material, al que dirán o a actitudes autoritarias. 
Por su coherencia de vida, por su actitud cristiana que le llevaba a ser fiel a las palabras del Evangelio que tomó como lema en su ordenación sacerdotal: " He venido a servir, no a ser servido". 
Gracias por formar parte de mi grupo de vida, en el que no era el sacerdote sino el compañero, el confidente, esa persona ante la que se puede "pensar en voz alta", el que lloraba con cada uno y con cada uno se alegraba. Lo uno y lo otro, llorar y alegrarse, lo hacía con la pasión que le ponía a todo…… 
Por su vocación de payaso, que 
…..nos ha alegrado tantos y tantos momentos difíciles que hemos compartido…..y ha sido la sonrisa del Evangelio para los que hemos tenido la inmensa suerte de compartir tareas, amistad y vida. 
Gracias Señor, porque por Fernando solo puedo darte GRACIAS !!

M. Ángel Otero... su Grupo, su Escuela...