De la Revista “Diocesis” de Málaga• 27 de enero de 2013 - Año XVI - Nº 800 • www.diocesismalaga.es
Por Encarni
Llamas Fortes Domingo
La misericordia de Dios entra en la cárcel
Cada semana, los miembros de Pastoral Penitenciaria visitan
a los internos de estos centros en la diócesis, con los comparten la
misericordia de Dios. Para aumentar el número de colaboradores, el jueves 31 de
enero a las 19.00 horas en la parroquia de la Asunción tendrá lugar un acto en
el que darán dar a conocer su labor e informarán a aquellos que estén interesados
en colaborar con este proyecto.
«Transmitir
la misericordia de Dios a quienes están en la cárcel», ésta es la
misión fundamental de los miembros de Pastoral Penitenciaria, según las palabras
de su delegado, el sacerdote Ángel Antonio Chacón.
Si quieres formar parte de este servicio pastoral de la Iglesia
de Málaga, tienes una cita el próximo jueves, 31 de enero, a las 19.00 horas, en
la parroquia de la Asunción, en Málaga.
«Estos muchachos -decía
para mí- deberían encontrar fuera un amigo que se preocupase de ellos y les
atendiese e instruyese en la religión,
durante los días festivos. Entonces no volverían a la cárcel». «Señor, ayúdame
a salvar a estos jóvenes»,
Don Bosco
“Estuve en la cárcel y
vinisteis a verme”
En esta convocatoria, el delegado de Pastoral
Penitenciaria, Ángel Antonio Chacón, y los 50 miembros voluntarios que
actualmente están trabajando en ella explicarán la labor que se hace dentro y
fuera de la prisión y la necesidad de estar formados para realizarla.
«Los miembros de Pastoral Penitenciaria somos gente que
transmitimos la predilección del amor de Dios por los más pobres, en el ámbito
de la prisión», afirma el delegado de Pastoral Penitenciaria. «Nuestra labor es
fundamentalmente religiosa, acercarles a Dios y que, desde su misericordia,
cierren muchas de las heridas de su vida. Es un trabajo de recuperación de las
personas, que es uno de los apellidos de la misericordia de Dios».
Una labor religiosa que comienza por una cuidada labor
humana: escucha y acogida de los internos, mediación con sus familias y sus abogados,
ayuda en diversas tareas y gestiones fuera del centro penitenciario... «No
somos una ONG social, ni un grupo de personas con privilegios para visitar la
cárcel, sino que somos la Iglesia que lleva la misericordia de Dios al mundo penitenciario».
Son muchas las tareas que se pueden hacer dentro del centro
penitenciario, para las que se necesitan más personas dispuestas a compartir
sus dones y su tiempo. En los diversos módulos ponen en marcha talleres de
Biblia, de oración, de valores, de habilidades y de canto religioso, con los
que reeducar a la persona y ayudarla a la reinserción social. Los sacerdotes
además confiesan y celebran la Eucaristía con los internos y el personal del
centro que lo desee. En este Año de la fe, están poniendo en marcha un taller de
Lectio Divina. Ángel Antonio Chacón lleva doce años realizando una labor
cercana a los internos de prisión. Desde el principio dirige la Casa de la
Merced, donde se acoge a internos en sus permisos
ordinarios, en fines de semana si están en tercer grado, durante la libertad
condicional o tras la excarcelación que no tienen familiares que se puedan
hacer cargo de ellos y carecen de recursos materiales.
En los dos últimos años está viviendo aún más de cerca el trabajo
con los internos del centro penitenciario de Alhaurín de la Torre. «Para mí es
una gracia, afirma Ángel Antonio, Dios me ha regalado una tarea pastoral que me
ha cambiado la vida completamente. Me configura con Cristo pastor que va
buscando a la oveja perdida. Son muchas las experiencias vividas con personas que
parecen irrecuperables, pero que, gracias al amor de Dios hecho presente a
través de personas concretas, consiguen reinsertarse.
También es cierto, que son muchas las experiencias
dolorosas de personas inocentes que se encuentran en prisión por un mal informe
o un fallo en el sistema judicial. La prisión en un inframundo de sufrimiento donde
se hace muy necesario llevar amor, esperanza, consuelo, alegría y paz. Es muy
duro estar privado de libertad y además con unas condiciones de vida tan
penosas. Todos los que están allí son personas humanas y deben de ser tratadas como
tal. Es importante hacerles ver a ellos y a la sociedad, que todos cometemos
errores en la vida, pero que podemos aprender de ellos, pedir perón y volver a
empezar».
Se buscan personas para
formar parte de Pastoral Penitenciaria que...
✔ Sean cristianos y se sientan llamados a un compromiso de
servicio gratuito a los hermanos, enviados por la Iglesia a Pastoral
Penitenciaria.
✔ Tengan capacidad para trabajar en grupo.
✔ Vivan su fe cotidiana insertados en una comunidad
parroquial, religiosa o movimiento apostólico, y se saben enviados por ella a esta
misión.
✔ Tengan una buena salud física y mental, ya que entran a
formar parte de un voluntariado de máximo riesgo.
✔ Tengan entre 21 y 63 años.
✔ Sean personas con responsabilidad y constancia en el
compromiso adquirido para asegurar la eficacia y la continuidad del trabajo comenzado.
✔ Cumplan las normas de comportamiento y actuación que cada
Centro Penitenciario nos solicita para trabajar dentro.
✔ Tengan capacidad de escucha y diálogo, discreción,
respeto y prudencia.
✔ Tengan espíritu de servicio, creatividad, entusiasmo,
ilusión y optimismo. Madurez, equilibrio y aceptación de los propios límites.
Firme convencimiento de la capacidad que tiene la persona
para cambiar y disposición constante para disculpar y perdonar.
✔ Tengan la voluntad para evangelizar y ser evangelizados.
EN BREVE
• Más
información sobre Pastoral Penitenciaria en la web www.pastoralpenitenciariamalaga.es.
Una web visitada por los familiares de los internos naturales de otra ciudad
para buscar información
• Pastoral
Penitenciaria actúa en: prevención y sensibilización, acompañamiento de
personas privadas de libertad y de sus familiares y ayuda a la reinserción.
• Estamos
en: Postigo de San Juan, 5, jueves de 17.00 a 19.00 horas. Teléfono de contacto
Ángel Antonio Chacón 620 85 16 26.
• Presentes
en cuatro centros penitenciarios: Archidona, Alhaurín de la Torre, Melilla y el
Centro de Inserción Social Evaristo Martín Nieto, en Guadalhorce, Málaga.
• El perfil
medio del recluso actual: hombres y mujeres con pocos recursos económicos,
alguna adicción, baja cualificación profesional, poca ayuda social y familiar, y reincidente.
• Aumenta el
número de inmigrantes y de delitos contra la seguridad en el tráfico, los malos
tratos y los delitos económicos.
• Los malagueños
en centros penitenciarios de otras provincias ascienden a 4.000. En Alhaurín
residen 1.800, 400 en el CIS y 300 en Melilla.
• Casas de
acogida en la diócesis: dos en Melilla, dos en Málaga y una en Antequera. La capacidad
de cada casa es de entre 5 y 10 personas. Durante un año pasan por cada una
entre 30 y 50 personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario