“El segmento de plata” por Manuel Montes Cleries
UNA VIDA 17-1-13
Ayer asistí a un acto entrañable. Se trataba de homenajear a una madre coraje que, encima, toma la opción por el Evangelio de Jesús. Para ser madre coraje no es preciso tener un hij@ preso político, ni metido en la droga, ni perseguido o acosado. Para ser madre coraje tan solo es necesario cumplir con las dificultades diarias con las que conviven madres, esposas, hijas, profesionales y familiares. Todas estas circunstancias juntas o una a una.
Ayer pensaba que, detrás de una gran mujer siempre hay un hombre que la motiva, que no le permite bajar la guardia. Sucede que los matrimonios funcionan cuando, en una especie de teoría de los vasos comunicantes, en el momento que la fuerza de uno decae, se reaviva la del otro y viceversa. Este es el caso de Chelo y José Luís, a los que reconocíamos su entrega y defensa de la Verdad a lo largo de toda una vida.
Me parece estupendo que se efectúen los homenajes en vida. Cuando uno está fresco y con la capacidad suficiente para entenderlos y agradecerlos. Precioso el acto, preciosa su motivación. Preciosa Chelo. Dios la ha bendecido a lo largo de su vida. (Asocio la palabra bendecir con bien decir). Ella es una de los privilegiados que está siempre en sintonía con Él. Una vida a imitar.

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