Dicen
los entendidos que cuando alguien muere los que se quedan aquí tienen que pasar
el duelo y que lo que más reconforta es
hablar de esa persona, que aunque llores, aunque te sientas triste, hablar de
él es lo único que te hace sentir bien, porque sientes como que aún está aquí.
Creo
que tienen razón, ver una foto, hablar de algo que dijo con quien le conoció,
todo reconforta, aunque nos ponga muy tristes .

Sí , era un hombre que transmitía alegría,
ternura, paz.
Cuando tenías problemas, ibas, hablabas con
él y te venías en paz, el transmitía ese amor de Dios, esa bondad que te lleva
a la paz.
Su vida fue puro servicio, un servicio a
LOS DEMÁS, pero sin que nadie notara que le pesara, al contrario, todo lo hacía
con tan buena disposición, con tantas ganas, con tanto cariño que parecía que
no se cansara, poco antes de operarse, ¡como siempre teníamos tantas reuniones!,
le vi muy cansado y le dije Fernando tu a tu ritmo, si estás muy cansado no
vengas! Y sonreía, “vale” me decía.
Se metía en todos los fregaos y por eso
andaba con nosotros, con su querido MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD, le
encantaba ir a un cursillo y le encantaba invitarnos a todos a ir
Decía: en un cursillo te encuentras con
Jesús ¿Cómo no voy a invitar a todos?
siempre que había un cursillo nos invitaba incansablemente, ¿recordáis? a veces
me decía, “invítalos tú que a mí no me hacen caso”.
Y a él le encantaba su comunidad de San
Juan de Ávila, donde todos nos conocemos y nos interesamos unos por otros y nos
queremos y le queríamos tanto a él.
Por eso se ofrecía a venir a celebrar en
Semana Santa o cuando se le llamaba y hablaba tan entrañablemente de todos
nosotros.
También decía: ¡Ojalá que cuando me haya
ido alguien pudiera decir que me parezco un poco a Jesús!
Pues sí Fernando, no solo te has parecido a
Jesús, sino que gracias a ti nos hemos acercado mucho más a Él, tu nos has
enseñado a entusiasmarnos con Él, has sido un buenísimo instrumento para
conocerle.
Toda tu vida entregada a llevar su Palabra
a todos los lugares donde fuiste, con pasión, con alegría.
Por eso sabemos que debes estar allí con
Dios, sentado a su lado mirándonos y sonriendo.
Solo me queda darte muchas gracias Señor,
gracias personalmente porque hiciste posible que me encontrara con él y
disfrutar de su amistad y su cariño y gracias en nombre de esta comunidad de
San Juan de Ávila a la que él tanto quiso y que le ha querido tanto y que
nunca le olvidará, gracias también en nombre de su M. de cursillos al que
sirvió incansablemente.
Señor :GRACIAS ,GRACIAS ,GRACIAS por Fernando
Cristina
No hay comentarios:
Publicar un comentario